PSICOLOGÍA DE LA
NUTRICIÓN
MARCO TEÓRICO
La alimentación es y ha sido parte integral de la cultura
humana, siempre ligada a su propia supervivencia. El éxito del ser humano fue
saber manejar los recursos naturales al intervenir creativamente en la
naturaleza para obtener los nutrimentos aprovechables en su beneficio.
Se piensa que los ancestros del hombre evolucionaron
hacia formas más eficaces porque fueron capaces de cocinar los alimentos para
volverlos más digeribles. De esta forma se amplió la dieta y mejoró la vida al
liberar el tiempo para pensar y realizar proyectos El humano a partir de esa
capacidad se volvió omnívoro, ha sabido elaborar comida que reúna el aporte
nutricional indispensable para su desarrollo y a su vez, le otorga un
simbolismo, un significado a lo que ingiere, lo cual es igualmente
indispensable para la supervivencia. Las acciones emocionales, intelectuales y
físicas que están alrededor de la comida, forman parte de la cultura de una
sociedad dada.
ANTECEDENTES
"Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu
alimento".
Hipócrates padre de la medicina 460 a. C, Grecia.
"Si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos
contra los pecados denle mejores alimentos. El hombre es lo que come".
Ludwig Feuerbach, filósofo y antropólogo alemán. Escrito "Enseñanza de la alimentación", 1850.
“La estabilidad del proceso alimentario quizá tiene que
ver, entre otras cosas, con que en él se involucran las emociones, los
recuerdos de la primera infancia que no sólo se almacenan en la mente, sino en
una red psicosomática que se extiende por todo el cuerpo, en nuestros órganos
internos e inclusive en la superficie de nuestra piel. Las emociones se
experimentan a través de todo el organismo y no sólo en el cerebro. Las
emociones son el nexo entre materia y mente, es decir, cuerpo y mente son uno. “Candance
Pert (2004)
Estas propuestas en sus investigaciones en neurobiología
nos vienen a reforzar la idea del no cambio en los procesos alimentarios:
deseamos volver a sentir, recordar, reconstruir las emociones asociadas a esas
primeras comidas.
Nos alimentamos la mente, a tal grado que recordamos
aquellos sabores, olores e incluso momentos exactos cuando consumimos aquello
por primera vez, y queremos sentirnos gustosos todo el tiempo, sin medir
cuantas calorías o cuantos nutrimentos requiere nuestro organismo para vivir, y
aquí es donde comienzan las vicisitudes por las que pasamos física y
emocionalmente hablando; empezamos a comer sin medida, ni control, sin buscar
justificación a nuestros antojos, comemos lo que queremos, cuando queremos y
donde queremos.
Aunado a lo anterior, los medios de comunicación han
crecido a tal grado, que estamos inmersos en estereotipos que nos imponen como
comer, que comer, en donde, cuando, e incluso nos dicen como seremos si
consumimos tal o cual producto. Y es que es tan grande la variedad de publicidad
que niños, jóvenes y adultos están presentando desordenes físicos y
psicológicos relacionados con la alimentación.
“La
alimentación y nutrición representa uno de los ámbitos donde mejor puede
apreciarse la estrecha relación existente entre los factores biológicos,
psicológicos y sociales a lo largo del desarrollo de las personas. Algunos de
los campos de estudio actuales tratan sobre la influencia de la alimentación en
el estado cognitivo y emocional de las personas, así como la influencia de la conducta
en los hábitos de alimentación y sus trastornos. Conceptos como alimentos
funcionales, hábitos saludables de nutrición o alimentación lúdica, entre
otros, muestran el cambio de la nutrición como necesidad básica para la
supervivencia, hacia un enfoque más global de salud física y psicológica.
Grandes expertos nacionales, con proyección internacional en el campo de la
nutrición, se encargan de analizar estos aspectos junto con las repercusiones e
implicaciones psicológicas que tiene la alimentación y su relación con los
trastornos de la conducta alimentaria, cuya prevalencia y gravedad constituyen
una gran preocupación en la sociedad actual. (Aranceta Bartrina, Serra Majem,
& Rodriguez-Santos, 2008)
Debemos analizar las causas
y consecuencias de los transtornos alimenticios como la bulimia, anorexia,
sobrepeso u obesidad desde un punto de vista social, psicológico y nutricional,
desenvolviendo los porque, y para qué. Teniendo en cuenta los avances de la
ciencia, y dar importancia a la colaboración conjunta de la psicología y la
nutrición, las cuáles brindan un análisis profundo de las situaciones que nos
llevan como sociedad a padecer enfermedades cada vez más serias y de forma más
frecuente.
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