miércoles, 8 de agosto de 2018

UNIDAD 2. SESIÓN 5. ACTIVIDAD 2. Análisis y abstracción de información.


PSICOLOGÍA DE LA NUTRICIÓN

MARCO TEÓRICOSidebar[Skip]

La alimentación es y ha sido parte integral de la cultura humana, siempre ligada a su propia supervivencia. El éxito del ser humano fue saber manejar los recursos naturales al intervenir creativamente en la naturaleza para obtener los nutrimentos aprovechables en su beneficio.

Se piensa que los ancestros del hombre evolucionaron hacia formas más eficaces porque fueron capaces de cocinar los alimentos para volverlos más digeribles. De esta forma se amplió la dieta y mejoró la vida al liberar el tiempo para pensar y realizar proyectos El humano a partir de esa capacidad se volvió omnívoro, ha sabido elaborar comida que reúna el aporte nutricional indispensable para su desarrollo y a su vez, le otorga un simbolismo, un significado a lo que ingiere, lo cual es igualmente indispensable para la supervivencia. Las acciones emocionales, intelectuales y físicas que están alrededor de la comida, forman parte de la cultura de una sociedad dada.

ANTECEDENTES

"Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento".

 Hipócrates padre de la medicina 460 a. C, Grecia.


"Si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos. El hombre es lo que come".

 Ludwig Feuerbach, filósofo y antropólogo alemán. Escrito "Enseñanza de la alimentación", 1850.


“La estabilidad del proceso alimentario quizá tiene que ver, entre otras cosas, con que en él se involucran las emociones, los recuerdos de la primera infancia que no sólo se almacenan en la mente, sino en una red psicosomática que se extiende por todo el cuerpo, en nuestros órganos internos e inclusive en la superficie de nuestra piel. Las emociones se experimentan a través de todo el organismo y no sólo en el cerebro. Las emociones son el nexo entre materia y mente, es decir, cuerpo y mente son uno. “Candance Pert (2004)

Estas propuestas en sus investigaciones en neurobiología nos vienen a reforzar la idea del no cambio en los procesos alimentarios: deseamos volver a sentir, recordar, reconstruir las emociones asociadas a esas primeras comidas.

Nos alimentamos la mente, a tal grado que recordamos aquellos sabores, olores e incluso momentos exactos cuando consumimos aquello por primera vez, y queremos sentirnos gustosos todo el tiempo, sin medir cuantas calorías o cuantos nutrimentos requiere nuestro organismo para vivir, y aquí es donde comienzan las vicisitudes por las que pasamos física y emocionalmente hablando; empezamos a comer sin medida, ni control, sin buscar justificación a nuestros antojos, comemos lo que queremos, cuando queremos y donde queremos.

Aunado a lo anterior, los medios de comunicación han crecido a tal grado, que estamos inmersos en estereotipos que nos imponen como comer, que comer, en donde, cuando, e incluso nos dicen como seremos si consumimos tal o cual producto. Y es que es tan grande la variedad de publicidad que niños, jóvenes y adultos están presentando desordenes físicos y psicológicos relacionados con la alimentación.

La alimentación y nutrición representa uno de los ámbitos donde mejor puede apreciarse la estrecha relación existente entre los factores biológicos, psicológicos y sociales a lo largo del desarrollo de las personas. Algunos de los campos de estudio actuales tratan sobre la influencia de la alimentación en el estado cognitivo y emocional de las personas, así como la influencia de la conducta en los hábitos de alimentación y sus trastornos. Conceptos como alimentos funcionales, hábitos saludables de nutrición o alimentación lúdica, entre otros, muestran el cambio de la nutrición como necesidad básica para la supervivencia, hacia un enfoque más global de salud física y psicológica. Grandes expertos nacionales, con proyección internacional en el campo de la nutrición, se encargan de analizar estos aspectos junto con las repercusiones e implicaciones psicológicas que tiene la alimentación y su relación con los trastornos de la conducta alimentaria, cuya prevalencia y gravedad constituyen una gran preocupación en la sociedad actual. (Aranceta Bartrina, Serra Majem, & Rodriguez-Santos, 2008)

Debemos analizar las causas y consecuencias de los transtornos alimenticios como la bulimia, anorexia, sobrepeso u obesidad desde un punto de vista social, psicológico y nutricional, desenvolviendo los porque, y para qué. Teniendo en cuenta los avances de la ciencia, y dar importancia a la colaboración conjunta de la psicología y la nutrición, las cuáles brindan un análisis profundo de las situaciones que nos llevan como sociedad a padecer enfermedades cada vez más serias y de forma más frecuente.

 

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